La importancia de una buena almohada

Muchas veces desestimada, la elección de una almohada es tan importante como la elección del colchón, ya que de ambos depende cómo despertaremos al amanecer.

Antes que nada, debemos aclarar que dormir sin almohada es muy negativo para nuestra salud. Muchas personas optan por deshacerse de la almohada cuando en realidad lo que necesitan es reemplazar su almohada por una que se adapte a sus necesidades. Dormir sin almohada hace que nuestro cuello se estire durante toda la noche innecesariamente, perjudicando nuestra nuca.

Boca arriba:
Si dormimos boca arriba, y tenemos una almohada muy gruesa, nuestro cuello se flexionará innecesariamente y aparecerán contracturas cervicales. Es recomendable para esta postura una almohada fina para que nuestro cuello esté en la posición correcta.

De costado:
Si dormimos de costado, una almohada fina será perjudicial para nuestro cuello y columna, ya que el peso de la cabeza caerá sobre uno de los dos hombros, haciendo que la columna se flexione. Es por eso que es recomendable una almohada gruesa para dormir de costado, de modo que el cuello se mantenga en eje con la columna.

Boca abajo:
Esta posición es bastante perjudicial.  La curvatura de nuestro cuello se modifica, y la torsión del mismo le impide respirar. Es necesario girar los hombros y adaptar la forma de la almohada a nuestra cabeza, logrando que nuestro cuello se mantenga, en relación a nuestros hombros, proporcionado.